Playa, cultura y placeres culinarios en San Sebastián: La bella del norte de España, del País Vasco, recibió con creces el reconocimiento como Capital Cultural Europea 2016.
¿Cómo surgió éste hermanamiento?  En otoño del año 1978 el concejal honorífico Armin Klein entabló relaciones amistosas con el entonces alcalde de Donostia, con el fin de crear una colaboración entre ambas ciudades.

En la primavera de 1981 la relación era tan fluída, que los comités políticos se comprometieron a crear un hermandad oficial. Se firmaron los acuerdos de hermandad en ambos ayuntamientos, acompañados de los respectivos actos festivos. Se produjo con el respaldo de las actividades de ampliación de la Unión Europea, a la que España se unió como miembro el 1 de enero 1986.

Ambas ciudades tuvieron su época de prosperidad en el siglo XIX. La ciudad del Atlántico se convirtió en el balneario de la casa real, en el lujoso balneario de moda Wiesbaden frecuentaban el emperador y la aristocraria europea.
Ambas ciudades se caracterizan por su cercanía al agua, a la montaña y están rodeadas de viñedos. El funicular en ambas ciudades fue construído casi en las mismas fechas, incluso se parecen en la forma de construcción y estilo.

San Sebastián tiene mucho que ofrecer. Entre otros el Festival Internacional de Cine y Wiesbaden con las fiestas de mayo un festival tradicional de teatro. El parecido de ambos teatros es asombroso, incluso la arquitectura de muchos edificios de la ciudad de la época histórica de neoclasicismo, estilo eclecticismo y modernismo también coinciden en el estilo.
Artistas donostiarras presentan sus pinturas, esculturas y fotografías en Wiesbaden. 

Lo mismo que muchos artístas y miembros de asociaciones artísticas de Wiesbaden viajan a San Sebastián. Grupos de danza y músicos, en parte con instrumentos antiguos, coros estupendos y grupos de baile folclóricos son el mejor testigo de la riqueza cultural de la ciudad hermana. Un nuevo aspecto de la experiencia cultural para los habitantes de Wiesbaden consiste en el arte culinario que distingue a San Sebastián. Solamente por la gastronomía merece la pena un viaje a Donostia. Cursos de cocina tanto en San Sebastián como en Wiesbaden han ampliado nuestros conocimientos culinarios.

La opción de probar pintxos en cada esquina de la ciudad nos facilita conocer de manera rápida y desenfadada su calidad gastronómica. A finales de julio San Sebastián celebra anualmente su Festival internacional de Jazz („Jazzaldia“), con músicos de nivel mundial. En éste sentido en Wiesbaden (todavía) nos quedamos atrás. Sin embargo, los vascos admiran nuestra gran fiesta del vino (Weinfest). Hay que decir que San Sebastián también puede alardear de grandes eventos como la Tamborrada o la Semana Grande, que dura varios días.

Un pilar importante del hermanamiento son las estancias de alumn@s y estudiantes universitari@s, en las que los jóvenes pueden mejorar sus conocimientos de idiomas. De esa manera se fomenta el intercambio cultural entre la juventud de ambas ciudades. La escuela Elly-Heuss de Wiesbaden y el Colegio Alemán San Alberto Magno en San Sebastián son el mejor ejemplo de ello, ya que con el tiempo han creado un vínculo muy estrecho entre ambos.

La hermandad realmente facilita el encuentro entre muchos habitantes de ambas ciudades y contribuye a un mejor entendimiento entre las distintas culturas.
La hermandad Wiesbaden-San Sebastián está viva – especialmente a través de la dinámica asociación de hermanamiento, que funciona gracias a trabajo voluntario. Está lleno de energía e ideas que se llevan a cabo con mucho entusiasmo, también gracias a nuevos miembros, que prometen un próspero futuro del hermanamiento.